domingo, 29 de abril de 2018



LA CONDICIÓN HUMANA II



Intro.

A través de nuestra mirada, la vida humana se desarrolla entre los laberintos de la mente. ¿Cómo es posible que podamos crear miseria, violencia y destrucción de maneras tan fáciles como creamos un poema? Y en los confines del mundo el dolor humano parece no tener ningún receptor amable. Poco a poco vamos consumiendo la esperanza de un nuevo mañana porque simplemente el hoy es una muestra de sadismo y caos. No entendemos nuestra condición humana.






Cuerpo.

Masaki Kobayashi empezaría su periplo como director en el cine a comienzos de los años cincuenta, con dramas de temática moderna que paulatinamente se desplazarían a épocas más remotas y con temáticas vividas por Kobayashi. El director japonés era un convencido pacifista, pero debió inscribirse en el ejército y luchar en la guerra. Kobayashi pasaría tiempo como prisionero de guerra y todas estas experiencias terminaría plasmándolas en sus películas. Su primer gran logro comenzaría a finales de los cincuenta con su trilogía, La Condición Humana. Esto le traería una gran popularidad, siendo muy apreciado en el exterior. Después de ello tendría otros dos triunfos resonantes: Harakiri y Kwaidan. Después de ello, sus trabajos en dirección irían disminuyendo con la caída del sistema de estudios.






Si bien, uno de los triunfos más representativos de Tatsuya Nakadai con Kobayashi fue La Condición Humana, por cuestiones de practicidad, se tiende a ver a Harakiri como la mejor de sus colaboraciones. Pero la diferencia es que para la película de 1962 se encontraba un actor más cuajado y con mayor experiencia. La interpretación que hace Nakadai en la trilogía es más visceral  y real. Su modificación continua en esta saga de casi diez horas es vigorizante. El actor, quien también se desarrolla en teatro y televisión, ganaría dos premios Blue Ribbon, uno de los más prestigiosos en Japón, uno por Harikiri y otro por Kagemusha en 1980.






En esta segunda parte, subtitulada El Camino a la Eternidad, el reparto varía según la locación. Inscrito en un contexto totalmente militar, todavía contamos con una corta aparición de la actriz Michiyo Aratama, pero encontramos también a Minoru Chiaki, un gran colaborador de Kurosawa que aparecerá en Rashomon y Los Siete Samurái. Varios de los actores con roles secundarios encontrarán mejores exposiciones en trabajos con Ozu, Inagaki y otros, pero logran mantener el nivel de esta segunda entrega gracias a sus actuaciones. Además de ello, la superproducción también buscará mayor realismo al mostrarnos la guerra en sí y no solamente como una situación política y social como en su primera parte.






Para esta segunda entrega, Kaji es enviado a las fuerzas militares perjudicando su reconciliación con su esposa. Todo atisbo de felicidad es solamente ilusoria puesto que el personaje se verá consumido por un conflicto que va en contra de sus ideales, liderando a un grupo de hombres por los cuales teme y que sabe que se encuentran en una situación de injusticia. Pero la temática de la primera parte se mantiene solamente que con diferentes grupos. Al estar con un grupo de veteranos de guerra, debe ver por los principiantes y evitar los maltratos contra ellos, inclusive si ello significa que él los reciba.






La idea de Kobayashi no es solamente criticar la guerra, sino la actitud de las autoridades y órdenes japonesas durante el conflicto bélico y cómo sus decisiones deshumanizan a los involucrados. En esta segunda parte vemos como las soluciones son un manejo interno de los militares en donde la lógica y la justicia son solamente meros conceptos, la idea principal es valerse de hombres aptos y de transformar a aquellos que no lo están en gente para sus propósitos. Una vez más, el final nos muestra al personaje principal sin un rumbo fijo e incluso con el sentimiento de culpa y remordimiento de no poder haber evitado todas las desgracias que presencia.






Datos.

Título Original: Ningen no Joken III-IV
Dirección: Masaki Kobayashi
Año: 1959
País: Japón
Intérpretes: Tatsuya Nakadai, Michiyo Aratama, Kokinji Katsura, Jun Tatara, Michiro Minami, Kei Sato, Kunei Tanaka, Keiji Sada, Yusuke Kawazu, Minoru Chiaki, Shoji Yasui, Akiji Kobayashi, Hisashi Igawa, Ryohei Uchida
Duración: 181 min.

martes, 17 de abril de 2018



LA CONDICIÓN HUMANA




Intro.

A través de nuestra mirada, la vida humana se desarrolla entre los laberintos de la mente. ¿Cómo es posible que podamos crear miseria, violencia y destrucción de maneras tan fáciles como creamos un poema? Y en los confines del mundo el dolor humano parece no tener ningún receptor amable. Poco a poco vamos consumiendo la esperanza de un nuevo mañana porque simplemente el hoy es una muestra de sadismo y caos. No entendemos nuestra condición humana.







Cuerpo.

Masaki Kobayashi es un director japonés surgido en la época de los años cincuenta, un periodo muy interesante para el cine de este país. Con la incursión de Kurosawa y sus mejores presentaciones, el mundo puso sus ojos en Japón, seguidamente las películas de Yasujiro Ozu y Kenji Mizoguchi fueron reconocidas como obras maestras. Así fueron de la atención un grupo interesante de directores de la antigua y la nueva escuela como Hiroshi Inagaki, Keisuke Kinoshita, Teinosuke Kinugasa, Ishiro Honda, Yukio Mishima y Masaki Kobayashi, entre otros.





Masaki Kobayashi empezaría su carrera en el cine a finales de los años cuarenta de la mano del director Keisuke Kinoshita. Un director de gran popularidad en su tiempo a través de dramas e historias amorosas, se haría fuerte en su país pero no tendría la resonancia internacional de otros directores que fueron más experimentales y que no tomaron el romance como fuente principal sino que se nutrieron de este como un acto secundario. Kinoshita contrataría a Kobayashi como asistente de dirección y es con él quien aprenderá mucho acerca del medio con la gran diferencia de que Masaki Kobayashi escogería temas asociados con sus ideas y con su tiempo.





La estrella principal de la trilogía de La Condición Humana es Tatsuya Nakadai. El versátil actor japonés tendría la oportunidad de trabajar con grandes directores como Kurosawa, Kobayashi, Naruse, Teshigahara, Ichikawa, Gosha, Okamoto, entre otros. De manera peculiar, Nakadai debutaría en el cine en Los Siete Samurái pero solamente por unos segundos, su personaje era el de un samurái que caminaba por el pueblo y su rostro fue tomado por un momento. Después de ello colaboraría con diversos directores, con algunas decepciones y algunos triunfos. En 1957 colabora con Kobayashi en Río Negro y con él haría once películas convirtiéndose una figura importante en el cine japonés.





Junto a Nakadai un conjunto de buenos actores hacen de la película una muestra realista de la situación de un Japón en conflicto. Michiyo Aratama cumple el rol de Michiko, la mujer abnegada a Kaji, el protagonista de la historia. Michiko es el rol pasivo de la relación, aquella que sufre, que no puede tomar las decisiones y está subordinada a Kaji, su esposo. Desde el punto de vista tradicional es la mujer estoica, pues se mantiene al lado de su esposo y sufre las penurias que él sufre pero que no está preparada para tomar una decisión, más que la de seguir a su lado pase lo que pase.





Esta primera parte, subtitulada No Hay Amor Más Grande, nos muestra a un joven tratando de evitar a la milicia y para ello acepta un trabajo en unas minas en la búsqueda de aplicar sus métodos con respecto a un mejor trato para los trabajadores. Divididos en dos bandos, entre los militares y los trabajadores, Kaji es la representación del ser humano buscando la manera justa de convivir pero encontrando que en la realidad esto se vuelve casi imposible. Bajo su política pacifista, Kaji tratará de sobrellevar el trabajo de lidiar con trabajadores y también con un grupo de prisioneros chinos, por lo cual se le tomará como comunista.





Kobayashi aplicó sus propias experiencias en guerra, en donde debido a sus tendencias pacifistas no permitió que lo suban de rango más que a soldado raso. Sus estudios en arte y filosofía le permitirían combinar una visión única de rebeldía, lo cual no lo haría muy popular con las políticas de su país, ya que Kobayashi desafiaba a la autoridad demostrando sus errores. En la conclusión de la primera entrega, el director demuestra la falta de humanidad con respecto a la autoridad y como un hombre puede enfrentar solamente hasta cierto punto la crueldad. Lamentablemente en cuanto a rangos, la insubordinación es castigada y veremos como Kaji, un hombre con una ideología termina perjudicándose por solamente querer ser justo y leal.






Datos.

Título Original: Ningen no Joken I-II
Dirección: Masaki Kobayashi
Año: 1959
País: Japón
Intérpretes: Tatsuya Nakadai, Michiyo Aratama, Chikage Awashima, Ineko Arima, Keiji Sada, So Yamamura, Koji Mitsui, Taiji Tonoyama, Eijiro Tono, Akira Ishihama
Duración: 208 min.

martes, 3 de abril de 2018



AMOR



Intro.

Amor. La poderosa palabra es invisible, inmaterial, inubicable. Pero a la vez es inimitable. En cuartos solitarios, en campos muertos, en días de lluvia, en conciencias que se van desvaneciendo, en todas las problemáticas dentro de tu cabeza. Amor. Esperando que vuelvas. Amor. Escribiendo cartas sin un verdadero emisor, sin destino alguno. Amor. Cortando flores que en segundos no tendrán significado. Amor. Evitando confrontar realidades. Amor. Solamente amor.






Cuerpo.

El cine de Hungría nunca ha tenido una relevancia colectiva ni la tradición de otros países europeos. A pesar de ello varios nombres importantes han surgido en el cine aunque para ello han tenido que emigrar a contextos cinematográficos más prósperos como en el caso del productor Alexander Korda o el director Michael Curtiz. Los problemas políticos y sociales afectaron al país y en cuanto al cine, los años sesenta fueron el inicio de directores independientes y de un mejor tratamiento a la industria. Gracias a ello surgen personajes como István Szabó, Károly Makk, Miklós Jancsó, Zoltán Huszárik, Zoltán Fábri, entre otros.






Károly Makk fue un director húngaro que se mantuvo activo hasta sus años finales. Su carrera se debate alrededor de unas treinta presentaciones en setenta años como director combinando filmes bastante apreciados y premiados en Europa, y otros que no lograron la relevancia necesaria. Una Cierta Mirada de 1982 tuvo un premio en Cannes a mejor actriz, Juego de Gatas de 1972 estuvo nominada al Oscar y Amor ganó el premio del jurado en el Festival de Cannes en 1971, siendo el reconocimiento mayor en su carrera. A partir de los años setenta se dedicó a ser parte de jurados en festivales y también a hacer películas para televisión.






Amor es un cuadro pintoresco de una relación rota pero con la siempre esperanza de volver a surgir manteniendo una realidad algo cruel. Para ello, Makk adaptaría su película a partir de dos cuentos de Tibor Déry, un escritor húngaro asociado con el comunismo con varios problemas con el gobierno de su país. La película tendría estas referencias hacia la política de Hungría, representando la desaparición de un personaje debido a sus ideales y cómo ciertas visiones debían permanecer en silencio. Para ello, Makk decide contar con actrices destacadas.






Por un lado, en el rol de la madre anciana una gran Lili Darvas cumple con todas las expectativas. Proveniente del teatro y de la televisión, con algunas incursiones en el cine americano, Darvas trabajó en los años veinte con el productor Max Reinhardt y si bien sus presentaciones en pantalla son esporádicas era muy reconocida también por sus incursiones sociales. Su papel en Amor sería muy aclamado. Su contraparte en el filme le corresponde a Mari Törócsik, una colaboradora en algunos proyectos con Makk cuya carrera empezó en los años cincuenta. Törócsik colaboraría igualmente con algunos de los directores más importantes de Hungría, manteniéndose activa hasta nuestros días.






Amor es una película de ilusión y esperanza. La relación de una mujer con su suegra ante la hipotética vuelta de su marido es la muestra de una conviviencia basada en mentiras. Pero ello también es un punto de soporte para vidas interrumpidas. Desde los aspectos políticos de un país y su inseguridad, los personajes son un reflejo de este condicionamiento: no saber cuando sus vidas cambiarán y por lo tanto, mantenerse al margen. Así también, el mensaje poético es aprender a convivir con la muerte, presente de una forma ideal pero también ante un inminente acto natural. Estos dos aspectos nos revelarán las condiciones humanas adversas de una situación sin control. Amor busca plantearnos una realidad estresante que se mantiene por el hermoso sentimiento de querer algo mejor, aunque eso no llegue a suceder. Al final no existe lo ideal, sino la misma realidad transformándose, dejándonos insatisfechos a pesar de cambios positivos.






Datos.

Título Original: Szerelem
Dirección: Károly Makk
Año: 1971
País: Hungría
Intérpretes: Lili Darvas, Mari Törócsik, Iván Darvas, Erzsi Orsolya, László Mensáros, Tibor Bitskey, András Ambrus, József Almási, Magda Horváth
Duración: 84 min.