lunes, 27 de octubre de 2014


¡QUE VIVA MÉXICO!




Intro.

La tierra es lo más importante. Pero así también la sangre de aquellos que han luchado por esta tierra. Esta tierra que ahora se encuentra bajo tus pies no ha sido un regalo, ha sido un sacrificio. Un sacrificio por parte de aquellos que lucharon por sus familias, aquellos que llamas antepasados y que han puesto en ti toda su esperanza, todo aquello que ellos desconocen como futuro, pero que han aprendido que solamente luchando pueden conseguirlo. Sus hijos han nacido sanos y se han mantenido así debido a sus lágrimas, a su sudor, al trabajo continuo y a las oraciones hacia su creador. Y aquellos que han acompañado a tus padres y a los padres de tus padres y a otros aún más ancianos han tratado de ser toda una familia y han tenido sus pérdidas durante el camino… solamente para que tú puedas sonreír y trabajar en esta tierra. Y así también lograr tus triunfos. Demostrar tus sacrificios. Luchar por el futuro. Ahora es tu tiempo y ahora debes ser parte de tu herencia.






Cuerpo.

Eisenstein se había convertido en los años veinte en el más grande director de la Unión Soviética. No solamente eso, sino que había demostrado ser un maestro del montaje y un director comprometido a elevar el cine como una expresión artística, una nueva forma de ver este ámbito que estaba siendo explotada en diferentes partes del mundo con resultados asombrosos. El Acorazado Potemkin en 1925 había deslumbrado a propios y extraños haciéndolo reconocido en toda Europa y Estados Unidos. Lamentablemente los problemas de censura empezarían a finales de los veinte y su más reciente obra, La Línea General había quedado en el abandono debido a un descontento del gobierno con la temática. A pesar de ello, Eisenstein probaría mejor suerte con su siguiente proyecto, una película sobre México, una excursión de lo más atrayente y que él buscaba que fuera una obra que reeditara la espectacularidad de Potemkin. El resultado sería más que frustrante para el genio soviético.





México siempre fue un lugar exótico para intelectuales y revolucionarios. Tras la visita de Diego Rivera a la Unión Soviética, Eisenstein quedo fascinado con las historia del muralista y provocó en él un deseo de visitar y filmar algún proyecto en dicho país. Pero dicho proyecto necesitaba de una suma de dinero importante. En su visita a Estados Unidos en donde Eisenstein conoció a Chaplin y a Disney, entre otros, y en donde tuvo un contrato para filmar pero sin mayores resultados, también pudo conocer al intelectual Upton Sinclair, quien junto a su esposa decidió financiar el proyecto de Eisenstein. Para poder llevar a cabo la empresa, existieron varias cláusulas a respetar. Eisenstein debía acabar la filmación en menos de seis meses y alguna historia dentro de la película era secundaria, lo que se buscaba era una muestra de la realidad de México, una especie de descripción artística sin hacer uso de la revolución ni menospreciar o criticar motivos políticos. Así mismo, la película debía ser concluida en México o en Estados Unidos, el material sin terminar no podía ser llevado a la Unión Soviética, solo el producto final. Eisenstein debía viajar a México con dos colaboradores, Grigori Alexandrov y Eduard Tisse.





Grigori Alexandrov fue colaborador de Eisenstein desde sus comienzos. Llegó a codirigir algunos proyectos de Eisenstein y sería actor y coescritor de algunas películas. Su influencia en el cine soviético y en Eisenstein fueron determinantes para crear algunas de sus odiseas más grandes para después abrirse paso propio como director de comedias y musicales junto a su esposa Lyubov Orlova. Por su parte, Eduard Tisse era un camarógrafo reconocido desde la etapa de la guerra de revolución. Su trabajo estuvo más apegado con Eisenstein y con el director Vladimir Gardin. Su influencia sería bastante reconocida, teniendo aclamación al igual que sus directores y guionistas. Ambos personajes acompañarían a Eisenstein en su cruzada por México. Eisenstein filmaría entre 30 a 50 horas de película, sin contar la última parte de su proyecto, cuando el financiamiento de Sinclair se detuvo. La exigencia de los productores era ver el filme concluido mientras Eisenstein buscaba terminar la película por sus propios medios, sin intervención de los censores que tantas trabas colocaban en sus filmaciones. Pero dicho deseo no se convirtió en realidad.





Eisenstein había ideado crear episodios de la vida en México en donde destacara la cultura, costumbres y en donde subyaciera una historia humana, como en anteriores entregas de Eisenstein, en donde el grupo social era más importante que el individuo. La búsqueda de culminar el proyecto lo dejaron sin filmar la última parte y volver a la frontera con Estados Unidos para empezara a recrear los capítulos que tenía en mente. Desafortunadamente, su visa fue denegada obligándolo a mantenerse con sus colaboradores entre estos dos países. Sin poder mover el material a la Unión Soviética y con la cancelación definitiva de sus financiadores, el proyecto de Eisenstein quedó inconcluso. Otra de las pautas del contrato era que todo lo filmado pertenecía a Sinclair, su esposa y sus colaboradores, arrebatando de Eisenstein todo lo filmado. Esto llevó a una especie de cortos cinematográficos asignados por Sinclair en 1934 titulados Tormenta sobre México, Eisenstein en México y Día de la Muerte.





Después de mucho tiempo y a través de concesiones del gobierno soviético, el material sería recobrado y Alexandrov, único sobreviviente del proyecto, reconstruyó la visión de Eisenstein gracias a los escritos y notas de Eisenstein sobre el filme. El título sugerido por Eisenstein era ¡Qué viva México! y estaba dividido en seis partes que incluían un prólogo y un epílogo. Las partes se titulaban Sandunga, Fiesta, Maguey y Soldadera, cada una de ellas representaba una característica de la cultura del país. Soldadera sería esa última parte que Eisenstein no llegó a filmar y que a través del guión y fotos de archivo, Alexandrov meramente reconstruye para graficar la idea general del filme. Esta película sería culminada en 1979, tras una década de trabajo. Sería galardonada ese mismo año en el Festival Internacional de Cine de Moscú.





Datos.

Título Original: Da Zdravstvuet Meksika!
Dirección: Sergei Eisenstein
Año: 1932
País: Unión Soviética
Duración: 90 min.

jueves, 16 de octubre de 2014


ZVENIGORA




Intro.

La historia de la tierra es la historia de todos los tuyos. Los puedes ver crecer, envejecer y morir. Los reconoces pero no puedes encontrar características similares en tu rostro o en tu entorno, son personas que no comparten ninguna sincera afinidad contigo. Pero son tuyos. Cuando has olvidado todos eso retazos de historia, todos esas fotografías que parecen haber sido colocados entre tus piernas por el viento, entonces es cuando entiendes algo. Entiendes tu vejez, y finalmente entiendes tu historia. Esa tierra de donde brotan frutos que alimentan a tus niños es aquella tierra que te vio alimentarte como niño. Entre tus canas y tus arrugas has reconocido todas esas imágenes y todas esas personas cuyas voces son ahora silenciosos lamentos. Has olvidado todas tus sombras reflejadas en tus actos. Has olvidado los besos de tus antecesores, creyendo que eras un joven idealista cuando eres el natural desenvolvimiento de una historia que no termina y que se mantiene en círculos. Eres alguien con tu historia en tus últimos momentos… pero en estos últimos momentos no puedes ser más feliz, estás abandonando el acto de respirar con todos los tuyos entre tus brazos.





Cuerpo.

Antes de la mítica Tierra (1930), Alexander Dovzhenko comenzó lo que se consideraría después su trilogía sobre Ucrania. Siendo solamente su cuarta entrega cinematográfica, Dovzhenko crea Zvenigora. Ante el escepticismo de muchos, como nuevo director, como una nueva obra y por no promover directamente las imposiciones del gobierno, la película fue vista como un ataque en contra del régimen. A ello se suma la concreción de “monstruos” del cine soviético encabezados por Eisenstein y Pudovkin. Toda la técnica del cine de propaganda estaba en auge y Dovzhenko se vería en conflicto (como muchos de los directores de su país) al enfrentar a la crítica y a la necesidad del gobierno en controlar a sus artistas e imponer su política. Dovzhenko crearía pocas obras, pero lograría un posterior redescubrimiento y su importancia dentro del cine soviético mudo.




Dovzhenko era de origen ucraniano, en esos momentos anexado al imperio soviético, y su mayor preocupación en cuanto a las condiciones sociales estaba basada en la pobreza de su región. Dovzhenko evitaría ser parte de los conflictos bélicos debido a una dolencia cardíaca, siendo testigo de como la pobreza arrebataría de su lado a la mayoría de sus hermanos. Su padre lo inclinaría por el estudio, logrando que Dovzhenko desarrolle ciertas habilidades artísticas, lo que sería influyente en sus primeros trabajos como director. Apenas con tres proyectos entre 1926 y 1927, Dovzhenko se aventuraría a dirigir Zvenigora. A pesar de recibir apoyo en el guión, Dovzhenko imprimiría su propia firma en este rubro y dirigiría la película con mayor control. La película no sería del agrado del régimen político pero fue aclamada por su experimentación y su narrativa.




Zvenigora es una película poco usual. Dentro de la narrativa de las películas de propaganda de la Unión Soviética, Dovzhenko presenta su primera obra maestra bajo la sombra de un Eisenstein que había asombrado al mundo con La Huelga (1924), El Acorazado Potemkin (1925) y Octubre (1927). Esto había logrado una apertura internacional para el cine soviético. Sus técnicas de montaje habían también comenzado el entendimiento de un cine intelectualizado, en donde el director no era el mero constructor de una película sino la mente detrás del arte, un artista con voz propia. Junto a Eisenstein, Vsevolod Pudovkin había presentado Madre (1926) y el Fin de San Petersburgo (1927) y ese mismo año culminaría Tormenta sobre Asia. El cine documental tenía su labor con Dziga Vertov y sus contemporáneos, y también existían excelentes ejemplos de experimentación por parte de directores como Boris Barnet, Evgeni Bauer, entre otros. Si bien no lograría un éxito instantáneo con Zvenigora, Dovzhenko lograría gracias a su trilogía, ser considerado uno de los grandes directores de la etapa muda de la Unión Soviética.




Zvenigora busca desafiar la narrativa tradicional. Su engranaje entre realidad y fantasía no responde a ninguna postura antes lograda, sino que toma lo aprendido por cineastas de los años diez y acopla todo en una nueva forma. El uso de los modestos efectos especiales, así como el juego de cámaras en movimiento, la cámara lenta, el montaje, la sonorización, son parte del cuidado de detalles dentro de una idea fija, poderosa y sostenible como es la cultura de Ucrania. Existe la necesidad de confrontar esta tradición con lo contemporáneo, y Dovzhenko tiene este toque sensible y poético de demostrar como el sacrificio humano y su perpetualidad en el tiempo son un mensaje para las generaciones, pues si bien no buscaba que la película fuera un entendimiento totalmente comprensivo de cada secuencia, si buscaba la reflexión, la profundidad del espectador con respecto a al realidad en la cual vive. Es difícil mantener alejado en esta entrega al creador poético del creador social pues es la tierra, las costumbres y las personas en sí que hacen pueblos y que son partes de la historia. Como un director preocupado de esta perdida de identidad, Dovzhenko enfatiza en dicho punto, buscando calar en aquello que considera importante, mal entendido o no tan claro como buscaba pretender ser el gobierno en estas producciones, lo cual llevaría a que Zvenigora no gozara con un apoyo firme, pero sí con la aceptación del público. Posteriormente y con sus dos otras entregas de la trilogía, Dovzehnko se convertiría en uno de los referentes en cuanto al cine de autor.





Datos.

Título Original: Zvenigora
Dirección: Alexander Dovzhenko
Año: 1928
País: Unión Soviética
Intérpretes: Semyon Svashenko, Nikolai Nademsky, Georgi Astafyev, Les Podorozhnij
Duración: 91 min.

jueves, 9 de octubre de 2014



QUE BELLO ES VIVIR





Intro.

Es una vida maravillosa. Entender como nacemos y nos convertimos en esos seres humanos tan propios. Entender la simpleza y la complejidad dentro de uno solo. Poder observar nuestros dedos y contarlos, cuando tenemos cinco años y cuando tenemos ochenta años. Y es increíble lo poco que cambia el mundo. Y es increíble lo rápido que cambia el mundo. El mundo se detiene cuando amas. El mundo avanza con la violencia de nuestro progreso. Imaginamos todas las posibilidades con respecto a nuestras decisiones. Y retrocedemos o avanzamos. O estamos estáticos. Podemos aburrirnos frente a una pantalla, divertirnos escuchando una radio y sonriendo mientras caminamos por las calles. Pero no sabemos absolutamente nada de la vida. Aunque en ocasiones precisas… lo sabemos absolutamente todo. Ello nos crea un miedo. Una sonrisa. Felicidad. Amor. Eternidad. Es realmente una vida maravillosa.






Cuerpo.

No se pueden hacer películas como las hacía Frank Capra. Un director irrepetible en el cine se apoyaba en el espíritu americano y en los valores inherentes del ser humano. Capra exaltaba estos conceptos bajo el entendimiento que no importando los obstáculos, las personas lograrían triunfar más allá de deseos individuales y de su propia condición, para demostrar que los seres humanos podemos hacer un mundo mejor a partir de nuestro sacrificio. Incluso en los años treinta y cuarenta, y con las dificultades de la guerra y política nacional e internacional, Capra era creador de un cine de esperanza, logrando superar el cinismo de su época y la problemática del día a día en un mundo cada vez más mercantilista.





Un joven y notable director de comedias, Capra fue incluyendo en este repertorio ciertas problemáticas en donde sus personajes debían lidiar con cuestiones morales y éticas. Paulatinamente fue convirtiendo el problema social como parte de sus producciones, resaltando así el valor del ser humano al tomar las decisiones correctas y apoyar a su prójimo. Capra era claramente un idealista en cuanto a los valores en Estados Unidos, sobre todo siendo italiano, un extranjero que si bien vivió desde su niñez en Estados Unidos, tenía la visión, al vivir en un ghetto italiano, de como eran las costumbres americanas y cuan cerca y distante se encontraba de estas. Estas influencias servirían más tarde en todo su cuerpo de trabajo y en su decisión a comienzos de los cuarenta de enlistarse en el ejército a los 44 años, cuatro días después de los ataques de Pearl Harbor. Capra toma esta decisión teniendo una carrera como uno de los directores más reconocidos de Hollywood, fama que no volvería a recuperar.





Capra se mantuvo ligado al conflicto bélico durante su duración creando uno de los documentales más aclamados sobre la guerra, Why We Fight, contribuyendo a ensalzar el espíritu de los soldados americanos y de otros países. Acabada la guerra, Capra crearía su propio estudio independiente, el cual solamente produciría Que Bello es Vivir. La película sería poco apreciada por el público en su estreno, pero alabada por la crítica, siendo nominada a cinco premios de la Academia. Que Bello es Vivir lograría ser una película de culto. Su temática lograría sobrepasar su estreno y se convertiría en la película más emblemática de Capra y la más recordada en cuanto a las épocas navideñas. El inicial escepticismo creado a partir de una historia algo cándida fue superado por su toque esperanzador, destacando el sacrificio y la lucha humana, algo que había rendido totalmente en las producciones de Capra antes de la guerra.





Que Bello es Vivir parte del cuento El Mejor Regalo de Philip van Doren Stern. La adaptación estaría a cargo de Capra, quien a pesar de previos intentos sí vio el potencial para hacer el filme junto a Francis Goodrich, Albert Hackett y Jo Swerling. Muchos actores que formaron parte de las previas producciones de Capra se hicieron presentes. En el rol estelar destaca James Stewart. Uno de los actores más reconocidos de su tiempo, Stewart nos brinda una performance entera, considerando esta su película favorita. Stewart es uno de los grandes actores del cine norteamericano, logrando imponer su imagen dentro de diferentes rubros y siendo uno de los actores favoritos de renombrados como Capra, Anthony Mann, Alfred Hitchcock, entre otros. Su coprotagonista es Donna Reed, en uno de sus papeles más recordados. La actriz americana ganaría un Oscar en 1953 por De Aquí a la Eternidad y se desenvolvería en su propio show televisivo durante gran parte de los años sesenta.





El reparto se completa com un gran grupo de actores. Lionel Barrymore es Potter en un rol pensado gracias a sus dramatizaciones en radio como Mr. Scrooge. Para ese momento el gran actor ya se encontraba incapacitado y en silla de ruedas, pero estas actuaciones posteriores no disminuyeron el gran trabajo de Barrymore en pantalla. Thomas Mitchell es el olvidadizo tío de George Bailey. Un gran actor de reparto que incluye prestigiosas producciones, Mitchell es muy recordado por esta película siendo el primer actor en ganar un Oscar, un Emmy y un Tony. El rol de Clarence Odbody recayó en Henry Travers. El actor inglés de teatro se mudó a Estados Unidos a comienzos de los treinta y encontró roles en Hollywood hasta finales de los cuarenta. Este papel es su más recordado y sería nominado al Oscar por su papel en Ms. Miniver (1942). En pequeños roles podemos ver a otros actores reconocidos como Ward Bond, Gloria Grahame, H. B. Warner, Beulah Bondi, Frank Faylen, entre otros.





Que Bello es Vivir es una combinación entre la inocencia y un toque gélido de realidad. En apariencia es una película con valores de una sociedad inclusive más remota que 1946, pero su mensaje y su reinterpretación a partir del cuento de van Doren Stern es una técnica trabajada y aprendida por Capra. El genio italiano paulatinamente construye lo que es un trabajo a medida. El director nos envuelve en la historia con brillantez, nos otorga pequeños detalles que serán necesarios mientras la historia mantenga su desarrollo y no escatima en el tiempo, sino en la necesidad de mostrar partes de la historia que reflejarán sobre las importantes decisiones de sus personajes, creando así una atmósfera de control y de controlada expansión, lo cual nos centrará en la clave de la película, en esa decisión a tomar por el personaje principal y como esta es parte lógica de todos los actos previos. Capra no solo maneja esta trama de manera estilística, sino que rompe un poco el sistema de realidad, con personajes extremos, en cuanto  a frialdad y nobleza, pero cuyas motivaciones funcionan debido a la atmósfera recreada por su director. Que Bello es Vivir es considerada un clásico y una de las películas más logradas de todos los tiempos, siendo televisada todos los años durante las épocas navideñas y cuyo emblemático mensaje sigue inspirando y produciendo dudas, incluso en una realidad tan distante como la nuestra: ¿Y si decidimos pensar en nuestros prójimos?





Datos.

Título Original: It’s a Wonderful Life
Dirección: Frank Capra
Año: 1946
País: Estados Unidos
Intérpretes: James Stewart, Donna Reed, Henry Travers, Lionel Barrymore, Thomas Mitchell, Beulah Bondi, Frank Faylen, Ward Bond, Gloria Grahame, H. B. Warner, Todd Karns, Samuel S. Hinds, Lillian Randolph, Mary Treen, Frank Albertson
Duración: 130 min.


lunes, 6 de octubre de 2014


PERSONA




Intro.

Hay una persona en una habitación. Y a veces nos preguntamos si estamos solos. Si al pronunciar una palabra nos encontramos con un receptor entonces, ¿quiénes somos en todo momento? ¿Podemos practicar frases en el viento o a todo conocimiento existe un nombre y un rótulo? Y cuando puedes pronunciar algo finalmente se siente vacío. Se siente irreal. Se siente fingido. Pero es lo único que nos mantiene unidos. Y entre todas las imágenes que aparecen y que destruyen todos los carretes de películas me pregunto sobre el contenido de tu alma y de como una persona puede significar absolutamente nada.






Cuerpo.

Persona es considerado como uno de los trabajos maestros del siglo XX en el cine. Bergman era un director sueco que había logrado gracias a su vasta filmografía una narrativa propia, siendo considerado uno de los directores más talentosos de su tiempo y el mejor director de su país. La calidad de Persona ha llevado a múltiples interpretaciones y a ser considerado un drama psicológico, el cual ha derivado a diferentes estudios. A diferencia de otras entregas de Bergman, como Las Fresas Salvajes o El Séptimo Sello, el eje del tema no parece tan claro y la temática no es tan gratuita, haciendo de esta un difícil trabajo de interpretación al no seguir una línea lógica acostumbrada por el director o por cualquier otro trabajo.





El mismo Bergman señala a Persona como una salvación dentro de su carrera y uno de esos pocos momentos en los cuales buscó ir al límite en cuanto a lo que podía filmar y narrar, y no dejarse llevar por la censura o por los resultados económicos y de popularidad que pudiera lograrse. Así, Persona nace de un momento de malestar, según cuenta el director, en donde debido a una dolencia se le fue administrado un sedante, el cual tuvo el efecto en él de no poder distinguir la realidad y los sueños, creándole la extraña duda de si ello podría plasmarse en pantalla. Rápidamente este problema lo trasmitió en otro paralelo: la realidad y el cine, en cuanto estas dos fuentes podrían intercambiarse dentro de la pantalla y crear así otra dualidad. Es así como la película parece basarse en dualidades a todo nivel sin mayor claridad de la intencionalidad de estos.





La película cuenta exactamente con cinco actores, de los cuales tres son totalmente secundarios y donde la historia se basa en sus dos actrices principales, Liv Ullmann y Bibi Andersson. Ullmann no es solamente una de las musas de Bergman, sino su compañera y una de sus más grandes colaboradoras. Persona fue su primera colaboración, la cual se debió a un encuentro fortuito de Bergman con la actriz Bibi Andersson, en donde él encontró una cierta similitud entre las dos actrices. Dicha colaboración sería muy aclamada hasta finales de los años setenta en donde producirían obras importantes. Por su parte, Bibi Andersson sería una de las regulares de Bergman desde sus comienzos. Debutó a los 15 años bajo las órdenes del director sueco y sería parte de sus más grandes obras desde los años cincuenta hasta los setenta. Andersson fue parte de un grupo de actores habituales a Bergman y cuya funcionalidad fue incrementando a medida que el genio sueco empezó a deslumbrar al mundo en 1957 cono dos de sus películas trascendentales como Las Fresas Salvajes y El Séptimo Sello. Su colaboración y su interpretación en Persona la harían famosa, logrando actuar en diferentes producciones en Estados Unidos y Europa.





Gracias a la búsqueda de experimentación y trascendencia, Bergman rompe la narrativa tradicional, promoviendo al proceso de filmación como parte de la historia y no justificándose más que en imágenes que cual poema buscan exaltar sentidos y formar interpretaciones una sobre otra. Debido a ello también la censura fue parte de la película. La imagen gráfica de un pene erecto fue cortada de la película y un relato sexual por parte del personaje de Bibi Andersson fue bastante alterado en las traducciones. Bergman no buscaba esencialmente enfrentarse con la censura pero buscaba un proyecto propio que pudiera llegar a ciertos extremos, romper la barrera entre historia y filmación, e insistir en el tema de la dualidad a partir de diferentes ópticas. La película sería seleccionada para el Oscar pero terminaría siendo rechazada como posible candidata.





En Persona nos encontramos ante dos personajes y una dualidad. ¿Existen estas dos personas? ¿Dónde termina una y comienza la otra? ¿Qué significa el silencio y la necesidad de habla? Bergman se apoya incluso en un parecido físico entre Ullmann y Andersson como detalle curioso. El tema de la dualidad es revisado hasta la saciedad, incluso en pequeños detalles que permanecen como un recordatorio que no estamos ante un drama psicológico de gratuito desenvolvimiento. Persona lucha por su complejidad, por la necesidad de reinterpretarse a cada momento y por esa falta de compromiso ante el espectador, la narrativa tradicional y la censura. Ingeniosamente Bergman logra colocar pequeños pedazos de historia como parte de actos radicales, ya sea en la inmolación del monje budista Quang Duc, la famosa foto de un niño judío siendo apuntado por un nazi, el libro Un Héroe de Nuestro Tiempo de Mikhail Lermontov, la imagen de Electra, entre otras. Bergman no deja espacio para el flujo de ideas dispares, él proyecta una ideología y la expande hasta sus límites con delicadeza y al mismo tiempo con fiereza, proponiendo un filme de constante análisis y contemplación. Es así como Persona se ha convertido en uno de sus más logrados productos.






Datos.

Título Original: Persona
Dirección: Ingmar Bergman
Año: 1966
País: Suecia
Intérpretes: Bibi Andersson, Liv Ullmann, Margaretha Krook, Gunnar Björnstrand, Jörgen Lindström
Duración: 84 min.