miércoles, 12 de marzo de 2014


LUCES DE LA CIUDAD




Intro.

Puedes verme sonreír. Si no puedes verme sonreír, puedes tocar mi rostro y tus manos podrán interpretar mi sonrisa. Si no puedes verme sonreír puedes entender mi risa. Puedes escucharla a partir de corredores y calles, y sabrás rápidamente que esa risa es mía. Si no es posible, simplemente puedes ver mis actos y todo ello es una firma que no puede más que crear otra sonrisa, está ahora en tu rostro. Y así podemos comenzar aquello que nunca debió terminar y entender que el mundo es mundo gracias a finales totalmente perfectos.






Cuerpo.

Para 1931, Charles Chaplin ya era una figura reconocida del cine. Sus cortometrajes y sus películas como La Quimera de Oro (1925) y El Circo (1928) habían logrado catapultarlo a la fama. Pero Chaplin se enfrenta a una modernidad en el séptimo arte que no podía impedir: el cine hablado. Aún así, el director inglés desconfiaba mucho de esta nueva técnica no augurando grandes avances y pronosticando la muerte del cine con esta nueva forma de expresión. A pesar de ello, Chaplin se mantuvo fiel a sus ideas y creó un guión pensado para una película muda. El resultado sería una de sus películas más populares, siendo considerada uno de los más grandes filmes de toda la historia del cine.





Basándose en su película de El Circo, Chaplin quería poner en práctica la idea de un payaso ciego y sus aventuras. La perspectiva de la ceguera terminaría prevaleciendo y sería a través de una mujer que se enamoraría de su ya clásico personaje del vagabundo Charlot. El segundo tema sería el de un millonario borracho amigo del vagabundo, basándose en este caso en un cortometraje de Chaplin con la misma temática, La Clase Alta. La comedia partiría de un borracho que es amigo del vagabundo cuando está en estado etílico, pero cuando está sobrio simplemente no lo recuerda. La producción tomaría dos años, la demora se debió a la creación meticulosa del guión y debido a la muerte de la madre de Chaplin, Hannah en agosto de 1928.





Chaplin era un conocido perfeccionista. Su dedicación por la toma perfecta y la sincronización de todos elementos llevaba a que el artista inglés hiciera varias tomas de las escenas, empujando a sus actores y a los detalles de escenografía y coreografía a límites en donde la tensión terminaba siendo parte del proceso. Los conflictos con los actores no se hicieron esperar y el temperamental Chaplin despediría a algunos actores, entre ellos a su actriz principal, a la cual tendría que volver a contratar debido a la falta de un reemplazo ideal. A ello se le sumó la necesidad de Chaplin de los ensayos previos, lo que tomaba gran cantidad de días y en algunos casos un número considerable de extras. Chaplin no buscaba escatimar en cuanto a la rigurosidad del filme, siendo esta también la primera película en donde él compondría los arreglos musicales.





Finalizada en 1931, Chaplin temía una pobre recepción debido a que para ese año, las películas mudas habían caído en desuso y la llegada del sonido había cambiado totalmente la visión del espectador. A pesar de ello, Luces de la Ciudad se mostró como un rotundo triunfo y una aceptación total por parte de público y crítica. Ni bien realizada la obra, se le consideró como una obra maestra desde todo entendimiento, logrando resaltar a un más la figura de Chaplin, de su personaje Charlot y de su técnica particular con el cine mudo. Chaplin también vería en Luces de la Ciudad su producto más querido refiriéndose a él como uno de los más dedicados triunfos de su carrera, resaltando sobre todo el final de la película.





Una referencia aparte para dicho final. Muchos han llamado a este final como el más perfecto en toda la historia del cine. El sublime momento en el encuentro de los dos personajes y las particulares circunstancias de este encuentro han pasado a ser uno de los grandes momentos del mundo del cine y Chaplin también lo ha colocado como un reflejo de la actuación fuera de la actuación, en donde él pudo concretar su persona por encima de su personaje y lograr la naturalidad de dicho encuentro. A pesar de los conflictos con Virginia Cherrill, Chaplin terminaría alabando su labor, reconociendo que la actriz pudo lograr el efecto necesario del personaje ciego y que pudo imprimir aquello que deseaba ver en pantalla. Muchos directores también han alabado la película de Chaplin entre ellos Orson Welles, Andrei Tarkovsky, Woody Allen y Federico Fellini. La obra de Chaplin crecería inmensamente, aunque sus días como parte del cine mudo parecían estar contados. Cinco años después, Chaplin desafiaría al mundo una vez con una pequeña joya llamada Tiempos Modernos.





Datos.

Título Original: City Lights
Dirección: Charles Chaplin
Año: 1931
País: Estados Unidos
Intérpretes: Charles Chaplin, Virginia Cherrill, Florence Lee, Harry Myers, Al Ernest Garcia, Hank Mann, Robert Parrish, Henry Bergman, Albert Austin, Jean Harlow
Duración: 87 min.

viernes, 7 de marzo de 2014


LOS 7 SAMURAI (II)




Intro.

Y fueron siete. Como un número que se mantiene en la memoria, fueron siete. El viento sopla afuera mientras tres personajes reconstruyen la historia de lo que sería una constitución sin precedentes. En sus mentes y en su trabajo hay tantos motivos, tantas preguntas formuladas, transformadas en respuestas de un tiempo avocado a otro tiempo. Y somos tan vanos en cuanto a las preparaciones y las construcciones, somos tan vanos cuando no podemos ver todo aquello que surge detrás de los personajes que crean las historias. Podemos compartir una opinión, pero no podemos permanecer encerrados sometiéndonos a los diferentes exámenes de la creatividad.

Y son siete. Ahora cumplida tu edad de distinción, puedes entender como afecta este número a tu persona y cuantas veces se han abatido las espadas. Los espacios, las palabras, los rostros reconocidos. Todo ello forma parte de un inicio, en donde dos hombres salen de una habitación creyendo construir algo después de sus propias muertes. Todo ello estructurado a partir de un pasado, de un contexto y de un motivo. Cuando quieres que aparezca la lluvia debes de crearla. Cuando quieres que aparezca nieve debes producirla. Cuando quieres siete personajes que se mueven en las sombras debes saber que son tuyos y son propios, y después de todo ello solamente quedará el pasado, el presente y el futuro.

Y serán siete…




Cuerpo.

El reparto de Los 7 Samurai se ha vuelto también una de los tantos procesos interesantes del filme. La popularidad de la película fue siguiendo a dichos actores en su filmografía, considerándolos parte de un hito dentro del cine mundial. Takashi Shimura es Kambei, el líder del grupo. Shimura sería uno de los regulares de Kurosawa, gozando de gran popularidad a la medida de Mifune. Shimura aparecería en 21 películas de Kurosawa, convirtiéndose en el actor con mayores apariciones en productos del maestro japonés. Su interpretación en Vivir (1952) es realmente excepcional. Isao Kimura es Katsushiro, el más joven e inexperto del grupo. Kimura sería parte también en El Perro Rabioso (1949), uno de los primeros logros de Kurosawa. Yoshio Inaba es Gorobei, segundo al mando y gran arquero. Inaba tendría pocos roles y la mayoría de ellos en papeles secundarios, pero de gran renombre junto a directores como Inagaki, Kurosawa, Kobayashi y Okamoto. Daisuke Kato es Shichiroji, gran guerrero y de gran corazón. Kato aparecería en más de 150 películas con varias colaboraciones con Kurosawa e Inagaki. Minoru Chiaki es Heihachi, guerrero alegre y de gran espíritu. Chiaki fue también un buen colaborador en los trabajos de Kurosawa y tuvo una carrera extensa incursionando en el cine con los mejores directores japoneses de su tiempo. Seiji Miyaguchi es Kyuzo, un experto maestro con la espada. Sus interpretaciones estuvieron en mayor número con Kurosawa y Naruse. Finalmente, Toshiro Mifune es Kikuchiyo, el rebelde y arriesgado. Mifune es una institución en sí mismo, siendo nombrado como el actor más grande de Japón y uno de los mejores del mundo. Su capacidad interpretativa es un fascinante proceso de inmersión dentro de sus personajes, teniendo en la confianza de sus directores para moldear sus propios personajes lo que le permitiría poder adentrarse en terrenos artísticos de alta calidad.




Kurosawa tuvo que luchar contra las postergaciones, el clima, la falta de escenografías y demás para crear su película más representativa. Mifune comentaría que fue muy difícil filmar en la nieve y en el frío, siendo él quien era el menos abrigado de todo el grupo, debido a las características de su personaje. El uso de diferentes cámaras ayudaría al proceso del director, pero también sería todo un desafío de edición y de control durante las escenas para llegar a un fin concreto, teniendo que considerar cada acción de los extras, sobre todo en las escenas de pelea. A pesar de ello y a la larga duración de la película, casi tres horas y media, Los 7 Samurai fue un éxito total. Kurosawa tuvo que dar concesiones para presentar la película en los Estados Unidos con ciertos cortes y no excederse. Muchos creían que una película japonesa de esa duración iba a desanimar al público, pero si algo había demostrado Rashomon era que el cine japonés de manos de Kurosawa pasaba por una reinterpretación compleja y que su capacidad iba más allá de los normales procesos de filmación.




Los 7 Samurai es en sí y de manera superficial, una película de acción basada en una historia de samurái. Pero el director japonés hizo más que eso: buscó contraponer dos periodos diferentes y dos ideologías con respecto a los samurái y el honor. En una época en donde el samurái se ha convertido en un rebelde por la caída de las casas feudales y donde ellos son ahora asesinos contratados para defender a tal y cual le parezca, la idea del honor se mantiene sobre todo en la mente propia de cada samurái de aquello que debe defender y por qué. Los siete personajes de la película combinan hábilmente estas diferentes ideologías, siendo la tradición el peso más concreto y viendo como algunos, parte de lo que se consideraría la nueva generación, empiezan a interpretar la tradición como la muerte del samurái siendo su época parte de un mundo más frío y cruel, con cuestionamientos reales y basados en evidencia. Kurosawa criticaba el mundo feudal a través de la historia, a pesar que sus antecesores formaron parte de dicha raza.





Kurosawa no solamente haría eso, sino que también instauraría diferentes parámetros para las películas de acción. Su legado incluye diferentes honores, siendo Los Siete Magníficos la película más directa en tomar las ideas de Kurosawa y trasladarlas a un western. Si bien Kurosawa quedo asqueado con la idea, el hecho que esta versión dirigida por John Sturges cobrará tanta popularidad solo habla del producto original como un gran ejemplo cinematográfico. Se dice que Kurosawa creo gracias a esta película la ideología de un grupo de héroes en formación, el de un hombre con una idea reuniendo a hombres con diferentes capacidades para combatir el mal. Así, se ven diferentes ejemplos de la época como Los Cañones de Navarone, Los Doce del Patíbulo, Los Profesionales u Once a Medianoche. Así mismo, otras temáticas como el bien por encima del honor, el desprecio inicial al héroe, el héroe rebelde y demás, tienen un sello distintivo de Kurosawa y que han influenciado las películas de acción por siempre.






Datos.

Título Original: Shichinin no Samurai
Dirección: Akira Kurosawa
Año: 1954
País: Japón
Intérpretes: Toshiro Mifune, Takashi Shimura, Isao Kimura, Yoshio Inaba, Daisuke Kato, Minuro Chiaki, Seiji Miyaguchi, Kokuten Kodo, Bokuzen Hidari, Kamatari Fujiwara, Keiko Tsushima, Yoshio Tsuchiya, Yukiko Shimazaki, Yoshio Kosugi, Shinpei Takagi, Shin Otomo, Toshio Takahara, Masanobu Okubo
Duración: 207 min.

lunes, 3 de marzo de 2014


LOS 7 SAMURAI (I)




Intro.

Y fueron siete. Como un número que se mantiene en la memoria, fueron siete. El viento sopla afuera mientras tres personajes reconstruyen la historia de lo que sería una constitución sin precedentes. En sus mentes y en su trabajo hay tantos motivos, tantas preguntas formuladas, transformadas en respuestas de un tiempo avocado a otro tiempo. Y somos tan vanos en cuanto a las preparaciones y las construcciones, somos tan vanos cuando no podemos ver todo aquello que surge detrás de los personajes que crean las historias. Podemos compartir una opinión, pero no podemos permanecer encerrados sometiéndonos a los diferentes exámenes de la creatividad.

Y son siete. Ahora cumplida tu edad de distinción, puedes entender como afecta este número a tu persona y cuantas veces se han abatido las espadas. Los espacios, las palabras, los rostros reconocidos. Todo ello forma parte de un inicio, en donde dos hombres salen de una habitación creyendo construir algo después de sus propias muertes. Todo ello estructurado a partir de un pasado, de un contexto y de un motivo. Cuando quieres que aparezca la lluvia debes de crearla. Cuando quieres que aparezca nieve debes producirla. Cuando quieres siete personajes que se mueven en las sombras debes saber que son tuyos y son propios, y después de todo ello solamente quedará el pasado, el presente y el futuro.

Y serán siete…






Cuerpo.

No hay manera de encerrar todo el significado de Los 7 Samurai. No solamente es la producción japonesa más conocida mundialmente. No solamente es una de las mejores películas jamás creadas. No es solamente la reafirmación del cine japonés como producto de importación, o el estatuto total de Kurosawa como un maestro del cine, o la increíble combinación de Kurosawa con Mifune. Los 7 Samurai es muchísimo más, es una compleja obra de arte que busca contrastar dos formas de vida diferenciada en el antiguo Japón, una historia que va más allá de las esferas de los samurái, del sentido de justicia y un proyecto que ni siquiera busca ser una aventura. Es una realidad dura y fría que demuestra el alto grado de creatividad y capacidad del director y su grupo, del reparto con la cabeza de un inmenso Toshiro Mifune, y del inevitable aprecio de público y crítica en general ante una obra que no puede más que indignarnos ante tanta belleza. Una de las películas de mayor influencia para el género y para diferentes directores, Los 7 Samurai se mantiene como una experiencia única y de un valor incalculable para el arte en general.




Los 7 Samurai comenzó como un proyecto de Kurosawa por dirigir su primera película sobre samuráis. Teniendo un grupo fuerte de películas interesantes y sobre todo a Rashomon como garante de éxito internacional, Kurosawa buscó crear una película que excediera todo aquello antes inventado. Contaba con la colaboración de los estudios Toho pero la producción se mostraría difícil y con contratiempos debido a la complejidad y a los gastos exorbitantes para una producción de esa época.






Kurosawa haría el guión junto a Shinobu Hashimoto y Hiudeo Oguni. Teniendo en consideración un día en la vida de un samurái, Kurosawa se toparía con una historia de samuráis ayudando a unos campesinos. La creación del guión es a partir de estos tres hombres decidiendo encerrarse unas semanas en una habitación para poder adaptar dicha historia, con bastante esmero y detalle, empezando con crear la personalidad de cada uno de los samuráis y de las situaciones. Ya para estos momentos, Kurosawa visualizaba una empresa bastante compleja, en donde la duración del filme iba prolongándose cada vez más y al término de ella,  sería su película más extensa. Según versiones del actor Toshiro Mifune, la idea original presentaba a seis samurái, siendo Mifune el samurái Kyuzo. Pero en búsqueda de un desbalance en el sentido de honorabilidad de los guerreros, Kurosawa decidió implementar un personaje más, que pudiera contrastar con la lógica de los samurái. Fue así como Mifune sería ahora Kikuchiyo, contando con total libertad para interpretar este rol. Para Kurosawa los actores no eran de su total agrado, pero reconocía que la capacidad de Mifune era algo que no había visto antes y que su acercamiento a sus personajes le producían una admiración que jamás vio en otro actor.





Para estos momentos e inclusive antes que comience la producción, la película había cuadruplicado su inversión, la cual al final llegaría a casi el medio millón de dólares. Las dificultades que esto crearía con los estudios haría la relación con el director algo difícil, más aún cuando Kurosawa no escatimaba en gastos y en búsqueda de llegar a sus expectativas creativas mandaba a recrear escenarios originales fuera del estudio. Kurosawa se apoyaba en cierta confianza por parte del estudio y en la fuerte inversión hecha desde un comienzo. Si bien hubo retrasos en donde el estudio cerraba la producción para discutir presupuestos, Kurosawa estaba seguro que un proyecto tan grande no podía ser detenido totalmente. Eso le valió al director japonés cierta libertad para seguir desarrollando la película a su manera, logrando crear escenas de alta complejidad técnica.







Datos.

Título Original: Shichinin no Samurai
Dirección: Akira Kurosawa
Año: 1954
País: Japón
Intérpretes: Toshiro Mifune, Takashi Shimura, Isao Kimura, Yoshio Inaba, Daisuke Kato, Minuro Chiaki, Seiji Miyaguchi, Kokuten Kodo, Bokuzen Hidari, Kamatari Fujiwara, Keiko Tsushima, Yoshio Tsuchiya, Yukiko Shimazaki, Yoshio Kosugi, Shinpei Takagi, Shin Otomo, Toshio Takahara, Masanobu Okubo
Duración: 207 min.