viernes, 16 de septiembre de 2011


LOS CAUTIVOS




Intro.

El salvaje oeste no es un lugar de héroes renombrados y de villanos encasillados. El salvaje oeste es un lugar sin ley donde el más fuerte aprovecha su poder para inutilizar a la ley y para contribuir con el caos. Sus ramificaciones oponen cualquier sentido de humanidad y las balas son la única respuesta que lleva algún tipo de significado. Morir o vivir oculto parece no guardar diferencia y aquellos rápidos con el gatillo son el resultado de una infancia violenta.





Cuerpo.

En el cine del western podremos encontrar asociaciones gloriosas entre directores y actores que dejan de lado un estilo específico para convertirse en creaciones artísticas de alto nivel. Entre dichas asociaciones tenemos a John Ford con John Wayne y a Anthony Mann con James Stewart. En lo que se consideró el western de serie B tenemos la asociación del director Budd Boetticher y el gran actor Randolph Scott que se encargaron de brindar una calidad inesperada a este tipo de producciones.




Budd Boetticher fue un director en la sombra, siempre confinado a películas de bajo presupuesto y cuya carrera nunca tuvo el esplendor deseado. Las mismas películas que realizaría con Scott serían olvidadas en su tiempo, a pesar de las críticas positivas por parte de los cineastas franceses, y no tendrían relevancia hasta su redescubrimiento por posteriores generaciones. Aún así, trabajaría en la época dorada de Hollywood y sus colaboraciones con otros directores y producciones lo mantendrían en este círculo, aunque después de su colaboración con Scott no podría mantener una línea de trabajo siendo cada vez mínimo su aporte al cine.



Por su parte, Randolph Scott fue una de las figuras más emblemáticas del western. Con una carrera que vio en sus comienzos todo tipo de papeles, Scott pasó por dramas, comedias, musicales, horror y demás, hasta anclar en el western, donde sería un símbolo. Dirigido por aclamados directores, Scott mostraría dos facetas en cuanto a sus personajes: en su juventud sería el héroe impulsivo, de rasgos poco delineados y preparado para la acción, mientras que como actor maduro sería requerido como la imagen fuerte, del héroe de muchas batallas y decepciones. Fue a mediados de sus cincuenta que podría mostrar este tipo de personaje. En 1956 a sus 58 años comenzaría su asociación con Boetticher que se extendería en siete películas. Scott y su asociación con el western lo convertirían en una gran estrella, siendo muy querido y recordado por muchas generaciones.




El ciclo Ranown sería la denominación para la asociación de Boetticher y Scott. El estilo de las siete películas muestra a un héroe maduro, marcado por sus batallas y con una sed de venganza que se debate en el misterio. Un seguidor de la ley en su pasado, ahora es un renegado que busca justicia por sus propias manos. La interpretación de Scott en estos papeles es lo mejor de su carrera y serían posteriormente aclamadas como uno de los más grandes ciclos del western. Los Cautivos de 1956 sería su segunda colaboración y basándose en los temas ya señalados encontramos la maduración de dos personajes que se convertirían en leyenda por nombre propio. Las intrigas y el misterio resuelto por Boetticher y por el guionista Burt Kennedy son el fondo perfecto de las interpretaciones de Scott que delinea en una cercana semejanza con la asociación de Mann y Stewart a un héroe de condiciones propias que nutre al western gracias a su individualismo.




Datos.

Título Original: The Tall T
Dirección: Budd Boetticher
Año: 1957
País: Estados Unidos
Intérpretes: Randolph Scott, Richard Boone, Maureen O’Sullivan, Arthur Hunnicutt, Skip Homeier, Henry Silva, John Hubbard
Duración: 78 min.

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